El caso de los Cinco prisioneros del Imperio ya no es la causa de Cuba, sino la de millones de voces de todo el mundo, que se unen para reclamar su liberación, y cuya defensa necesita hoy del desempeño de la humanidad, para afrontar el destino que le ha impuesto del gobierno de los Estados Unidos: el del abuso total contra ellos sin importar el precio.
Los Cinco no son espías, ni son hombres que con sus acciones pusieron en riesgo la seguridad nacional de los Estados Unidos, ni la vida de sus ciudadanos. René, Ramón, Antonio, Gerardo y Fernando, se han convertido en hombres universales, sinónimo de sacrificio y auténtico estoicismo.
Apresados desde 1998, por el simple hecho de penetrar agrupaciones terroristas asentadas en Miami, con sus misiones, los Cinco lograron impedir la realización de actos criminales contra Cuba, orquestadas por grupos terroristas que, con total arbitrariedad, existen en el estado norteamericano de La Florida.
René, Ramón, Antonio, Gerardo y Fernando han sido victimas de crueles castigos dentro de la prisión, han sido sometidos a largos e injustificados encierros y hasta a las negativas de autorización a sus familiares para visitarlos además de los obstáculos para que sus abogados puedan verlos, hablar con ellos y preparar sus defensas.
La lucha por su regreso, pese al camuflaje mediático de la realidad y su razón, se ha extendido y ha subido hasta los lugares más altos del mundo. El reclamo hacia los Cinco, ha escalado ya las más altas montañas de Cuba, Perú, Ecuador… Y tendrá que subir más, pues nunca será suficiente la altura para que predomine la justicia y los Cinco regresen a su Patria y con su familia.
Rompamos el muro del silencio. Somos amantes de la justicia y la Paz. Estamos plenamente seguros de que la verdad saldrá hacia delante y el triunfo definitivo, residirá en continuar sumando personas y grupos de solidaridad hasta lograr la victoria que representa el regreso de los Cinco a la Patria. Y este respaldo se logra a fuerza de la difusión de la verdad que silencian y falsean los medios de prensa controlados por el Imperio.
A doce años de injusto encierro, la verdad debe de salir adelante. Los Cinco son hombres dignos que han devenido símbolos. Hombres que no han flaqueado, al contrario, nos han dado el ánimo suficiente para que sigamos peleando por defender nuestra soberanía, porque son dueños de las ideas y los principios que nunca nadie podrá encarcelar ni someter.