Lo que antes parecía un sueño se hizo realidad, reproducir millones de ejemplares, convertía a Cuba en uno de esos países del mundo donde el libro es un compañero indispensable para el hombre. La idea era producir ejemplares que por su costo reducido y la masividad en las tiradas, pudieran estar al alcance de las grandes masas populares.
El primer libro publicado a pedido del Comandante en Jefe Fidel Castro, fue la obra El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, del célebre escritor Miguel de Cervantes y Saavedra, verdadero monumento de la literatura española y universal, con el cual quedó inaugurada la colección Biblioteca del Pueblo, destinada a los clásicos de la literatura a nivel mundial.
Después de este clásico, llegarían a las librerías cubanas obras de autores universales como Pablo Neruda, Rubén Darío y Nicolás Guillén, y textos y folletos en aras de alumbrarle el camino a aproximadamente un millón de iletrados y a otras personas con muy bajo nivel educacional.
La labor realizada desde enero de 1959 hasta hoy es colosal. Unido a la impresión de textos necesarios para la formación integral del hombre, se instituyeron reveladores premios literarios que favorecieron el crecimiento de las editoriales cubanas y más tarde se unieron las editoriales provinciales.
La Campaña Nacional de Alfabetización,
que en solo un año llevó la luz del saber hasta las montañas y
ciudades, necesitó libros de texto y manuales, cuadernos y propaganda
gráfica, que contribuyeron a conseguir ese logro con la ayuda de la
Imprenta Nacional.
Entonces
surgieron nuevas metas con la obtención del sexto grado para todos los
obreros del país, y la posterior graduación del nivel secundario. La
ampliación de las sedes universitarias y la creación de nuevas carreras
trajeron aparejada la necesidad de más libros a lo largo de todo el
período revolucionario.
Importantes premios literarios contribuyeron al crecimiento de las editoriales como Letras Cubanas, Ciencias Sociales, Editora Política y otras surgidas en cada provincia del país, con el objetivo de promover las obras de autores inéditos hasta ese momento.
Por lo tanto, es significativo que este Día del Libro Cubano, sea un espacio donde prime el convite a recapacitar, a pensar en el presente y futuro, con la certeza de que leer, es una posibilidad para elevar en la población, los valores literarios, históricos, estéticos… que leer, es abrir una puerta al conocimiento.
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