Cuidado, el girasol es una flor revolucionaria


 Norelys Morales Aguilera.─ La gente de Cuba, incluido hasta un supuesto ateo es devoto de la Virgen de la Caridad del Cobre, la Virgen Mambisa, nuestra Santa Patrona, la mulata Oshún, la entrañable Cachita. Para sus penas o sus amores, está el color amarillo y las ofrenda de girasoles.

Desde el mismo momento en que la Revolución cubana abrió sus puertas para dar rienda suelta a sus creencias y apuestas, nunca ha sido más visto el fervor por la Santa Patrona. Y con qué orgullo se exhibe el amarillo y se buscan los girasoles.

Cuidado, que ya en Cuba fue hecha la Revolución con los Girsoles también, para que lo sepan los apostatas y manipuladores, que promueven y manipula con una  "Revolución de los Girasoles".

Solo mentes calenturientas pueden suponer que la devoción cubana la convertirán en una apuesta política por una revolución de color. No van a robar una creencia, un credo, un respeto ancestral ni algo sagrado.

El sueño inalcanzable es una revolución de color en la Isla se incrementó con los terroristas radicados en Estados Unidos cuando se convirtieron en "pacíficos opositores", con las directrices y desconocimiento de Cuba de los organizadores de guerras no convencionales, y el dinero de los amos con que funciona la gusanera.

Nos gustan los girsoles y no se entregarán a los vendepatrias y terroristas, ni en la vida real ni en las redes.

¿Por qué le gustaban los girasoles a la heroína del Moncada Haidé Santamaría? Así decía su hija Celia Hart con infinita ternura:

"Porque para ser tan hermosa como es no renuncia a ser inteligente, fácil de plantar y útil: De ella se saca buen aceite, el girasol se siembra en campos abiertos al sol y al agua. Esa flor menea la corola en busca del Sol formando los lindos rejuegos con el tallo... y además le gusta convivir con sus compañeras... Es en definitiva, hija mía, una flor revolucionaria".

¡Todos los girasoles para la Santa Patrona!

Tomado del blog Cuba, Isla Mía 

Cuando sobran más de 94 razones para tener a #FidelPorSiempre


Este 13 de agosto Fidel Castro Ruz, el imperecedero joven rebelde de la Sierra Maestra y el tenaz luchador por la liberación de los pobres del mundo, cumple 94 años. Hoy en toda Cuba y el mundo, brindamos por la vida de quien siempre puso todo su pensamiento en la lucha de los pueblos por mantener la paz internacional.

Tu vida, Fidel, no podemos celebrarla más allá de tu dimensión real, porque en cada sitio dejaste las más profundas huellas de confianza y humanismo. Lo hiciste no por recibir algo a cambio, sino por tus actos, tu legado, tus enseñanzas, por ser el paradigma que eres para Cuba y el resto del mundo.

No hay palabras para escribir del joven revolucionario que iluminó todos los rincones del mundo con la grandeza de su pensamiento y su espíritu perseverante en el triunfo. Hablamos de la valía de quien, despojado de todo linaje, no dejará de ser jamás, nuestro eterno guerrero comandante de las ideas.

Por eso, hoy recordamos con orgullo al gigante de verde olivo, al artífice de la Revolución Cubana, al estadista brillante.  Y lo recordamos, además, por su vínculo permanente con el pueblo, su brillante oratoria, su magisterio y su entrega sin condiciones a las causas justas.

Y es que nadie como Fidel, ha sido capaz de cargar con tantos sueños y ponerlos al alcance de la mano. Nadie como él, supo conducir los destinos de un pueblo que tiene la osadía de defender su propio destino, fue el político que rebasó el tiempo y espacio para convertirse en referente mundial, por eso nuestro compromiso se multiplica.

Seguirás batallando como lo que eres, un hombre que dejó de ser de sí mismo, para pertenecer por siempre a tu pueblo. Eres, Fidel, el indiscutible líder de la Revolución Cubana, por esa razón, ya no te perteneces, dejaste de ser de ti mismo, para ser de tu pueblo. Y eso te hace excepcional.

Para ti, mi comandante guerrillero, el Fidel del Moncada, el del Granma, el de la Sierra, el de Playa Girón, el mentor de la Batalla de Ideas, va este agasajo por tu cumpleaños. Hoy, cuando miramos al futuro con sus ojos, llevamos consigo el compromiso de todos los cubanos con este hombre de talla universal. Y este es el motivo por el cual hoy nos sobran más de 94 razones para tener a #FidelPorSiempre .

En el medio de una piedra pulida tu nombre, Fidel

 Ir al cementerio de Santa Ifigenia en la provincia de Santiago de Cuba, es una visita que siempre nos debemos. Por eso, hace unos días, un grupo de trabajadores del telecentro Solvisión de Guantánamo, fuimos al Camposanto para rendir tributo a nuestro Fidel Castro, por el aniversario 94 de su natalicio.

El sitio estremece por su majestuosidad que va más allá de su belleza arquitectónica. Solo se precisa entrar y caminar unos pasos para tener en frente al mausoleo donde yacen los restos de nuestro inolvidable Fidel Castro Ruz.

Se trata de una inmensa piedra procedente de la Gran Piedra, en las estribaciones de la Sierra Maestra, zona donde nuestro Fidel comandó la lucha guerrillera contra la dictadura de Fulgencio Batista a finales de la década de 1950.

El monolito de granito pulido, con una altura de casi cuatro metros tiene una característica que la hace especial. En el medio, hay un espacio abierto para la urna de cedro que guarda sus cenizas y en el medio de ella, una tarja de mármol con un nombre grabado en bronce: Fidel.

No hay inscripción alguna, tampoco fecha de nacimiento ni muerte. Es la única tumba del cementerio Santa Ifigenia con esta característica porque un hombre como Fidel Castro vive en el corazón de un país. Es un momento único, de esos que oprimen el pecho y sacan las lágrimas, pero que engrandecen.

Frente a la piedra, el silencio, los recuerdos y la foto, esa foto que todos queremos tener para guardarla por siempre. Hay solemnidad, compromiso, respeto, hay un indescriptible silencio de palabras que solo es roto por el aviso del cambio de guardia de los jóvenes del pelotón de ceremonia. Hay lealtad y unidad, en todos los pechos.

Fidel Castro Ruz, está en Santa Ifigenia y con él, millones de corazones cubanos que llevan consigo el compromiso de seguir adelante. Y como a otros tantos visitantes que acuden al lugar, no nos sorprende la ausencia de un regio monumento a su memoria, sino esa inmensa piedra pulida y en medio de ella, tu nombre, Fidel.

En sus marcas, listos, comenzó el curso escolar 2019- 2020 (+ Post )

Este lunes dos de septiembre Cuba se convierte en una gran escuela, comienza el nuevo curso escolar y con ello, la vida cambia. Hoy, desde temprano las calles de Guantánamo, fueron tomadas por los estudiantes de todas las enseñanzas para tener otra cita con el conocimiento.

Todo es alegría. La provincia de Guantánamo abre sus puertas a más de 89 mil 400 alumnos de los diferentes niveles y abrirán sus puertas 774 escuelas en ciudades y serranías guantanameras. Hoy llevan sus mochilas cargadas de sueños para enfrentar metas superiores.

Hay risas, llantos, canciones…  van hacia la escuela, sitio donde se afianza el verdadero significado de la amistad, la solidaridad, la confianza… Van donde les espera la base material de estudio asegurada, el mobiliario y el equipamiento tecnológico necesario para el desarrollo exitoso del proceso docente educativo. 

Comienzan las clases y con ello, la educación cubana enfrenta un gran reto. Hoy según informe de la ministra del sector, Ena Elsa Velázquez Cobiella, las aulas recibirán a más de un millón 700 mil estudiantes y más de 162 mil profesores acudirán a las 10 mil 700 instituciones educacionales que abrirán sus puertas.

Para este curso escolar, resultan importantes el conocimiento y aplicación de las nuevas leyes de la Constitución, Electoral y de Símbolos Nacionales para maestros, directivos, y profesores. También ocupa un significativo rol la formación de valores y la presencia del claustro de profesores bien preparados, vinculados a la familia y la comunidad.

¡Cuba está de fiesta, comienza el curso escolar!  Las nuevas generaciones recibirán el mejor regalo que se puede dar a un ser humano, la educación, que como dijera nuestro José Martí, significa: “depositar en cada hombre toda la obra humana que le ha antecedido … es prepararlo para la vida”.


Fidel: hoy miramos el futuro con tus ojos

«Fidel no le pertenece solo a Cuba, le pertenece a este mundo nuestro, a esta América nuestra». Asi dijo el ya fallecido  presidente de Venezuela Comandante Hugo Chavez de nuestro líder revolucionario Fidel Castro quien este 13 de agosto cumpliera 93 años.
Hoy es el cumpleaños de Fidel Castro Ruz y toda Cuba recuerda con orgullo al gigante de verde olivo, al artífice de la Revolución Cubana, al estadista brillante, al hombre cuya sabiduría perdurará en todos los hombres de Cuba, Latinoamérica y del mundo.

Y es que nadie como él ha sido capaz de cargar con tantos sueños y ponerlos al alcance de la mano. Nadie como él, supo conducir los destinos de un pueblo que tiene la osadía de defender su propio destino, fuiste Fidel quien nos enseñó a ser audaces, única manera de ser libres.

Con tu ejemplo, iluminas el rostro de todos los cubanos, para acrecentar la valía de un hombre como tú, despojado de linaje alguno. Por eso hoy tenemos tu voz, tu ejemplo, tu presencia infinita que nos prepara para desafiar las realidades. El pensamiento de Fidel está multiplicado en niños, jóvenes, hombres y mujeres.  Fue  el artífice de una gran obra que es la Revolución.
El líder de la Revolución Cubana se convirtió en faro y guía para  los países de América Latina y del resto del mundo donde hizo realidad disímiles proyectos económicos, sociales , educativos, culturales. Fue  un visionario porque  siempre se adelantó a su tiempo, fue el impulsor de las ideas revolucionarias, tanto en el ámbito político, económico  y  social.  

Fidel Castro es el eterno soldado de las ideas, el indiscutible líder de la Revolución Cubana, el luchador por la liberación de los pobres del mundo. Es el político que rebasó en tiempo y espacio para convertirse en referente mundial y por eso nuestro compromiso se multiplica.
Hoy nos queda mirar hacia el futuro con sus ojos. Y  ese debe ser el compromiso y el reto de todos los cubanos con este hombre de talla universal.

El 4 de agosto de 1957 Guantánamo se vistió de luto


Corría mediados del año 1957 y el enfrentamiento entre las fuerzas revolucionarias y las tropas del régimen batistiano se acrecentaba en este territorio oriental. La situación era tensa tras el asesinato de Frank País en Santiago de Cuba, por ello, el jefe nacional de las milicias clandestinas del 26 de Julio, orienta instalar una fábrica de bombas en la casa ubicada en Aguilera número 751, entre San Gregorio y Santa Rita en Guantánamo. 

Era alrededor de las 2:30 de la tarde del 4 de agosto de 1957 cuando una fuerte explosión estremeció la mitad de la ciudad. El estallido venía de la fábrica clandestina de bombas del Movimiento 26 de Julio, ubicada en la calle Aguilera N.o 751, entre Santa Rita y San Gregorio, de Guantánamo.

En el interior del inmueble estaban Gustavo Fraga, jefe pirotécnico y de la sección obrera del trabajo, Fabio Rosell del Río y Enrique Rodríguez quienes fallecieron en ese momento. Abelardo Cuza y Jesús Martín, vecinos que acudieron a ayudar a los combatientes, fueron golpeados por el ejército de la tiranía, posteriormente asesinados y sus cadáveres fueron colocados junto a los de los luchadores clandestinos. El suceso enlutó ese día de 1957 a la ciudad de Guantánamo.

Los revolucionarios habían construido allí un túnel para esconder cajas con dinamita, escopetas y doscientas libras de explosivos, además de herramientas y una romanita de farmacia donde se pesaban los componentes químicos para lograr las bombas. Estas provisiones eran para abastecer a los combatientes del Ejército Re­belde y de la lucha clandestina en otras regiones de Cuba.

Minutos antes de la explosión, Demetrio Montseny Villa, jefe del Movimiento 26 de Julio en Guantánamo, había bajado al sótano donde estaba a la fábrica de bombas para conversar con Fabio, Gustavo y Enrique. Ahí reconoció les trabajo desarrollado desde hacía una semana y los exhortó a mantener la digna actitud de aportar medios de combate para la causa. Posteriormente Villa se personó en la casa contigua donde residían otros compañeros del Movimiento y ahí lo sorprendió la explosión.

A partir del 4 de agosto del año 1959, fue proclamada la fecha como el Día de los Mártires Guantanameros. Con ello se honraba la memoria de Gustavo Fraga, Fabio Rosell, Enrique Rodríguez, Jesús Martín, Abelardo Cuza y otros hijos de esta provincia que lucharon contra la dictadura de Fulgencio Batista.

Esta es la razón por la cual  cada 4 de agosto el pueblo de Guantánamo, junto a los miembros de la Aso­cia­­ción Hermanos Saíz marchan hasta el obelisco erigido a estos mártires, para honrar a los caídos. Y en el solemne lugar, protagonizan un encuentro con la canción política e inteligente, en una jornada que entre acordes y voces,  hace vibrar año tras año,  los corazones comprometidos.




José Martí en el Moncada

“Parecía que el Apóstol iba a morir en el año de su centenario, que su memoria se extinguiría para siempre, ¡tanta era la afrenta! Pero vive, no ha muerto, su pueblo es rebelde, su pueblo es digno, su pueblo su fiel a su recuerdo...¡Cuba, qué sería de ti si hubieras dejado morir a tu Apóstol!.

Así expresó nuestro Fidel Castro Ruz, al referirse a nuestro José Martí cuando aquel 26 de julio de 1953 cuando un grupo de jóvenes revolucionarios cubanos liderados por Fidel Castro Ruz, asaltaron los cuarteles Moncada, en Santiago de Cuba y Carlos Manuel de Céspedes, en Bayamo, iluminados por las ideas del Maestro.

Para los jóvenes de la Generación del Centenario existía una razón muy poderosa: eran sencillamente, cubanos, poderosa razón para lanzarse al ataque de la segunda fortaleza del país. La presencia decisiva de José Martí en los moncadistas era una realidad tangible. Y esa fue la razón por la cual  el joven abogado Fidel, tomó en sus manos la antorcha libertaria y trazó la estrategia correcta que nos llevó a la victoria definitiva.

De hecho, su alegato de autodefensa La Historia me absolverá, posee una identidad sorprendente con el pensamiento político de nuestro Héroe Nacional. Tienen en común la posición inclaudicable contra toda forma de tiranía, el patriotismo revolucionario, el latinoamericanismo y el internacionalismo, el optimismo ante los reveses y sobre todo la defensa de las clases humildes.

José Martí y el Moncada son la armazón dialéctica del camino ético y revolucionario de una nación y sus luchas por la libertad. El Moncada mostró a Cuba el curso que seguiría la Generación del Centenario: la estrategia de lucha armada, sus bases ideológicas, sus metas, su moral revolucionaria y sus principios políticos.

Y tan grande fue el sentido ético de José Martí que bajo esa hermosa frase de Patria es Humanidad, nos legó una divisa realmente solidaria y justiciera. Sin dudas el Apóstol, dotado de una inteligencia soberana, siempre usó ese don para hacer de los pueblos de América independientes y libres. Por eso hoy el pensamiento martiano ha trascendido los límites del tiempo y es una fuente inagotable de valores patrióticos, de justicia y de dignidad humana.

El Moncada fue la obra martiana hecha realidad por la Generación del Centenario aquel 26 de julio de 1953, que no ha pasado a la historia como un hecho aislado, sino que es un vínculo de nuestro pasado con el presente y con el futuro promisorio de victoria. En el Moncada vivió nuestro José Martí y en el Moncada, se eternizó su memoria.

Abel Santamaría: el Elegido de la Revolución


“Siempre que se hace una historia se habla de un viejo, de un niño o de sí, pero mi historia es difícil:  no voy a hablarles de un hombre común.  Haré la historia de un ser de otro mundo, de un animal de galaxia. Es una historia que tiene que ver con el curso de la Vía Láctea, Es una historia enterrada Es sobre un ser de la nada…”
Esta es parte de la letra de la canción El Elegido de Silvio Rodríguez, en la cual se enaltece la valentía de Abel Santamaría Cuadrado, quien estuviera entre los jóvenes que asaltaran el cuartel Moncada aquella mañana de la Santa Ana, el 26 de julio de 1953.
Tal como escribió Silvio Rodríguez, Abel Santamaría Cuadrado, no es un hombre común, sino del Elegido, el joven que decidió su propio destino y sigue matando canallas con su cañón de futuro. Un hombre que sigue demostrando con su legado que lo más terrible se aprende enseguida y lo hermoso nos cuesta la vida. Y esta son suficientes razones para que por siempre reconozcamos su valía.
Hijo de emigrantes españoles Abel había nacido en Encrucijada, provincia de Las Villas el 20 de octubre de 1927.  Su infancia y adolescencia, transcurrieron en el ingenio azucarero Constancia, junto a sus hermanos Haydée, Aída, Ada, y Aldo. Comenzó a laborar a los nueve años en la tienda del central, donde fue mozo de limpieza, despachador de mercancía y oficinista
A los trece, conoció al líder azucarero Jesús Menéndez, y esto lo impulsó por el camino de las ideas socialistas. Posteriormente, viaja a La Habana en busca de mejoría y alquila un apartamento en el Vedado, sitio que se convertiría en centro de reunión de los jóvenes que reclutaba Fidel. Desde allí, se forjaba la naciente Revolución.
Al producirse el golpe de estado de Batista el 10 de marzo de 1952, Abel estuvo entre los primeros en manifestar su repudio.  Junto a un grupo de jóvenes, entre ellos, Jesús Montané y Raúl Gómez García, edita el periódico clandestino Son los mismos, más tarde El Acusador. En este momento él y sus compañeros se incorporan al movimiento insurreccional organizado por el entonces abogado Fidel Castro.
Abel Santamaría y Fidel se conocieron durante los actos de recordación del 1ro de mayo de 1952; en el cementerio de Colón. Ahí Santamaría encontró a quien, como él, creía que:  "Una revolución no se hace un día, pero se comienza en un segundo".  Fidel, en cambio, conoció a quien catalogó “como el más generoso, querido e intrépido de nuestros jóvenes”.
A partir de ese momento, quedó sellada entre los dos, una extraordinaria amistad. Fidel confiaría en Abel los asuntos y tareas más importantes del incipiente grupo insurreccional. Por su modestia, confianza y disciplina, Abel Santamaría Cuadrado es elegido como Segundo Jefe del Movimiento de la Generación del Centenario. 
En esta condición, participó actividades de adiestramiento militar, preparación de las células, propaganda, búsqueda de recursos económicos, compra de armamentos y uniformes. Asume, además, la preparación del cuartel general del movimiento en la Granjita de Siboney, y del hospedaje de los revolucionarios.
La noche del 25 de julio, Abel y Fidel se reunieron con los asaltantes para exponerles sus misiones en el combate, entonces Abel diría: Es necesario que todos vayamos con fe en el triunfo; pero si el destino es adverso estamos obligados a ser valientes en la derrota, porque lo que pasó allí se sabrá algún día (...) Nuestro ejemplo merece el sacrificio y mitiga el dolor que podamos causarles a nuestros padres y demás seres queridos. ¡Morir por la Patria es vivir! “
Previo al ataque, Abel intenta una vez más convencer a Fidel de ir al lugar de mayor peligro para proteger la vida del jefe revolucionario, pero esto le fue negado: “No vamos a hacer como hizo Martí, ir tú al lugar más peligroso e inmolarte cuando más falta le haces a todos”.
Ante esta afirmación el joven abogado comprendiendo la preocupación del segundo jefe de la acción, le pone las manos sobre los hombros y determinante le manifiesta: “Yo voy al cuartel y tú vas al hospital, porque tú eres el alma de este Movimiento y si yo muero tú me reemplazarás”.
Abel Santamaría debía de tomar el hospital civil "Saturnino Lora", limítrofe al Moncada con 19 combatientes, entre ellos, Haydeé, Melba Hernández y el doctor Mario Muñoz Monroy. Pero la acción armada fracasó y cayó prisionero junto a varios compañeros, fue brutalmente torturado por los esbirros del ejército batistiano y finalmente asesinado el mismo día 26 de julio de 1953. Tenía solo 26 años y la tiranía batistiana apagaba su vida.
“Es mejor saber morir para vivir siempre”, dijo Abel a su hermana Haydee antes de ser ultimado. Con esta premisa, siempre que aludimos a la vida, pensamos en aquel joven alto y rubio, que llevaba espejuelos redondos de armadura de carey. Pensamos Abel Santamaría Cuadrado, un joven que con su muerte el 26 de julio de 1953, pasaría a la historia no solo como el Elegido de Silvio Rodríguez, sino también como el Elegido de la Revolución.