Fidel Castro Ruz, el imperecedero joven rebelde de la Sierra Maestra y
el tenaz luchador por la liberación de los pobres del mundo cumple
este 13 de agosto 92 años. Y escribo en presente porque de otra manera
negaríamos la inmortalidad de quien asentó su pensamiento en el
corazón del pueblo, donde volvió a nacer para quedarse por siempre.
Tu vida, Fidel, no podemos celebrarla más allá de tu dimensión real, porque en cada sitio dejaste las más profundas huellas de confianza y humanismo. Lo hiciste no por recibir algo a cambio, sino por tus actos, tu legado, tus enseñanzas, por el paradigma que eres para Cuba y el resto del mundo.
No hay palabras para escribir sobre el joven revolucionario, que iluminó todos los rincones del mundo con la grandeza de su pensamiento y su espíritu perseverante en el triunfo. Hoy hablamos de la valía de un hombre que, despojado de todo linaje, no dejará de ser jamás, nuestro eterno guerrero Comandante de las ideas.
Pocas veces se tiene la oportunidad de compartir con un líder de tan alta estatura moral y ética como la de Fidel. Sin embargo, este privilegio lo tenemos por sabernos tan queridos y cercanos a uno de los grandes de la historia. Esta es la razón por la cual las futuras generaciones de cubanos tendrán en él, como en Martí, un ejemplo y un motivo para continuar su obra.
Hoy recordamos con orgullo al gigante de verde olivo, al artífice de la Revolución Cubana, al estadista brillante, al portador de una imponente personalidad y una sabiduría que perdurará en todos millones de hombres y mujeres de todos los continentes. Y lo recordamos además, por su vínculo permanente con el pueblo, su brillante oratoria, su magisterio y su entrega sin límite a las causas justas..
Fidel es el mentor de todo un pueblo, el indiscutible líder de la Revolución Cubana, el acérrimo luchador por la liberación de los pobres del mundo. Por eso, seguirás batallando como lo que eres, un hombre Comandante, que dejó de ser de sí mismo, para pertenecer por siempre a tu pueblo, y ese, es un mérito que te hace, sencillamente, un hombre excepcional.
Para ti, que nos legaste tu ejemplo eterno, tu optimismo y tu fe en la victoria, incluso en los momentos más difíciles de la Revolución, va este agasajo. Y es que nadie como tú, ha sido capaz de cargar con tantos sueños y ponerlos al alcance de la mano. Nadie como tú, ha conducido los destinos de un pueblo que tiene la valentía de defender su propia historia, esta es la razón por la cual ahora, con tu guía, tenemos que seguir descifrando los retos del hoy y el mañana.
Eres la verdad de nuestra época, el líder de la Revolución Cubana, el acérrimo luchador por la liberación de los pobres del mundo y una de las figuras más importantes del siglo XX y parte del XXI. Por eso hoy 13 de agosto recordamos a Fidel Castro Ruz, el niño que nació en Birán en 1926 que consagró toda su vida a la solidaridad y encabezó una Revolución en Cuba «de los humildes, por los humildes y para los humildes».
Tu vida, Fidel, no podemos celebrarla más allá de tu dimensión real, porque en cada sitio dejaste las más profundas huellas de confianza y humanismo. Lo hiciste no por recibir algo a cambio, sino por tus actos, tu legado, tus enseñanzas, por el paradigma que eres para Cuba y el resto del mundo.
No hay palabras para escribir sobre el joven revolucionario, que iluminó todos los rincones del mundo con la grandeza de su pensamiento y su espíritu perseverante en el triunfo. Hoy hablamos de la valía de un hombre que, despojado de todo linaje, no dejará de ser jamás, nuestro eterno guerrero Comandante de las ideas.
Pocas veces se tiene la oportunidad de compartir con un líder de tan alta estatura moral y ética como la de Fidel. Sin embargo, este privilegio lo tenemos por sabernos tan queridos y cercanos a uno de los grandes de la historia. Esta es la razón por la cual las futuras generaciones de cubanos tendrán en él, como en Martí, un ejemplo y un motivo para continuar su obra.
Hoy recordamos con orgullo al gigante de verde olivo, al artífice de la Revolución Cubana, al estadista brillante, al portador de una imponente personalidad y una sabiduría que perdurará en todos millones de hombres y mujeres de todos los continentes. Y lo recordamos además, por su vínculo permanente con el pueblo, su brillante oratoria, su magisterio y su entrega sin límite a las causas justas..
Fidel es el mentor de todo un pueblo, el indiscutible líder de la Revolución Cubana, el acérrimo luchador por la liberación de los pobres del mundo. Por eso, seguirás batallando como lo que eres, un hombre Comandante, que dejó de ser de sí mismo, para pertenecer por siempre a tu pueblo, y ese, es un mérito que te hace, sencillamente, un hombre excepcional.
Para ti, que nos legaste tu ejemplo eterno, tu optimismo y tu fe en la victoria, incluso en los momentos más difíciles de la Revolución, va este agasajo. Y es que nadie como tú, ha sido capaz de cargar con tantos sueños y ponerlos al alcance de la mano. Nadie como tú, ha conducido los destinos de un pueblo que tiene la valentía de defender su propia historia, esta es la razón por la cual ahora, con tu guía, tenemos que seguir descifrando los retos del hoy y el mañana.
Eres la verdad de nuestra época, el líder de la Revolución Cubana, el acérrimo luchador por la liberación de los pobres del mundo y una de las figuras más importantes del siglo XX y parte del XXI. Por eso hoy 13 de agosto recordamos a Fidel Castro Ruz, el niño que nació en Birán en 1926 que consagró toda su vida a la solidaridad y encabezó una Revolución en Cuba «de los humildes, por los humildes y para los humildes».