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Felicidades, mi Caguairán



Este 13 de agosto cumples 87 años de edad, Fidel Castro Ruz, imperecedero joven rebelde de la Sierra Maestra, sin embargo, no descansas. Tu pensamiento sigue en este pueblo que te admira porque estás en la lucha contra el terrorismo, la batalla de las ideas, las lecciones de la Historia, temas tan importantes para la construcción del mundo nuevo.


Pocas veces se tiene la oportunidad de compartir con un líder de tan alta estatura moral y ética como la del Comandante en jefe Fidel. Sin embargo, este es un privilegio que tenemos los cubanos, orgullosos de sabernos queridos y cercanos a uno de los grandes de la historia, a un hombre que por su experiencia como estratega político, bien podría orientar el destino no sólo de nuestro pequeño país, sino hasta del continente más grande del mundo.
 

De Fidel,  el Che dijo: ''Hay que estar cerca de él para darse cuenta de su personalidad, de su grandeza, de la disciplina que impone -no por la fuerza, sino por el poder de atracción. En la guerrilla, cuando todos desfallecíamos de fatiga, él nos levantaba el ánimo. Es un hombre incansable, estudioso y reflexivo, pero acometedor, expresó el Guerrillero Heroico. Sus valores morales son inestimables, es un gran amigo, incapaz de abandonar a un compañero, aun en las peores circunstancias. Su pensamiento constante es la Revolución''.
 

Con tu ejemplo, seguimos enfrascados en la batalla contra la corrupción, en una fuerte campaña por promover el ahorro energético y por transformar todo el sistema de generación de energía en el por mejorar aún más la calidad y eficiencia de nuestros sistemas de educación y de salud.

Nadie como tú para abordar las amenazas de guerra contra Irán, el peligro nuclear, la situación entre Colombia y Venezuela y los retos medioambientales, el caso de los Cinco héroes cubanos presos en los Estados Unidos, la batalla en el campo de las ideas, las lecciones de la Historia, temas tan importantes para la construcción del mundo nuevo.

Seguirás combatiendo como lo que eres, Fidel: el eterno soldado de las ideas, el líder de la Revolución Cubana, el acérrimo luchador por la liberación de los pobres del mundo. Y esta es la razón por la que estoy segura que todo el mundo te dice: Felicidades, mi  Caguairán.

Fidel: Fidelidad y Grandeza



Mis recuerdos se trasladan hacia el año 1978 cuando te conocí, ahí cerquita de  mí. Te recuerdo  montado en aquel ómnibus paseando entre niños y jóvenes cubanos y de otros países por la otrora Cuidad de Pioneros José Martí en Tarará, a propósito de  la celebración ese año en Cuba, del XI festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes.

Ha pasado 25 años, para algunos mucho tiempo, sin embargo,  ya no te pienso como niña ante tu estatura de gigante de verde olivo, sino como artífice de la Revolución Cubana. Te pienso  como estadista brillante, como portador de una imponente personalidad y una sabiduría que perdurará en todos los hombres de Cuba, Latinoamérica y del mundo.

Tu figura gallarda la guardé por siempre en mi memoria. Y es que  estás en todas partes, Fidel: en el aire, en el agua, en el fuego, en el amor...  Con tu ejemplo, iluminas los rostros  de todos los cubanos y  latinoamericanos, razón por la que no dejarás de ser nuestro eterno guerrero Comandante de las ideas.

Hoy tu voz, cual bastión inquebrantable, nos prepara para desafiar las realidades que se presenten en cualquier momento. Y es que ya no te perteneces, Comandante: dejaste de ser de ti mismo para ser de tu pueblo y ese, es un mérito que no podrán quitarte jamás.

Fidel, se te quiere, admira y respeta en Cuba y más allá de las aguas que bañan este verde archipiélago.  Y con tu ejemplo iluminas el rostro de todos los cubanos,  para acrecentar la valía de un hombre como tú: Eterno guerrero.

A ti, mi eterno Comandante va este agazajo en tu cumpleaños 87. A ti, el Fidel del Moncada, del Granma, de la Sierra, de Playa Girón, el mentor de la Batalla de Ideas, te recordamos en tu cumpleaños. Eres verbo constante del padre nuestro latinoamericano. Eres luz, épica, canción, presente, futuro, precepto y principio. Eres, sencillamente, Fidelidad y Grandeza.

Raúl Castro: La generación histórica va cediendo su lugar a los pinos nuevos con tranquilidad

El presidente de los Consejos de Estado y Ministros, General de Ejército Raúl Castro, aseguró este viernes en su discurso por el 60 aniversario del asalto a los cuartes Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, que la generación histórica va cediendo su lugar a los pinos nuevos con tranquilidad y serena confianza, y que la Revolución socialista cubana seguirá siendo de los humildes, por los humildes y para los humildes.

Al recordar el principio que proclamara Fidel el 16 de abril de 1961, cuando el entierro a las víctimas del bombardeo criminal previo a la derrotada invasión mercenaria por Playa Girón, el Presidente cubano también ratificó que «esta también seguirá siendo una Revolución de los jóvenes».

Hoy más del setenta por ciento de los cubanos nació después del triunfo de la Revolución, rememoró Raúl, quien recordó que «hoy convivimos en suelo patrio varias generaciones, cada una con méritos propios según el momento histórico y las circunstancias que les ha tocado vivir».

La generación histórica va cediendo su lugar a los pinos nuevos con tranquilidad y serena confianza, basada en la capacidad demostrada de seguir el rumbo de la Revolución, iniciada desde la lucha de los indios y esclavos hasta nuestros días, expresó.

Como se ha explicado, dijo, está en marcha el proceso de transferencia paulatina y ordenada a las nuevas generaciones de las principales responsabilidades de la nación.

Pero para asegurar su éxito, jamás podrá descuidarse —como nos enseñó Fidel— la necesidad de preservar, por encima de todo, la unidad de todos los cubanos dignos, ratificó.

Raúl Castro aseguró que la ocasión era propicia para rendir merecido homenaje a los caídos durante la lucha y también a Fidel, el Comandante en Jefe de la Revolución cubana, «que con su inconmovible optimismo y junto al pueblo, capaz de resistir tantos sacrificios, nos dio la victoria y situó en el mapa mundis a nuestra pequeña isla como un baluarte de la dignidad y justicia».

Rindamos honor también a la mujer cubana, madre, combatiente, compañera de sacrificios, alegrías y luchas, pidió en su discurso Raúl visiblemente emocionado, quien también tuvo palabras para las nuevas generaciones, «que continuarán defendiendo por siempre los ideales revolucionarios».

Igualmente, envió un abrazo fraternal a los valerosos luchadores antiterroristas injustamente encarcelados hace quince años en Estados Unidos, por cuyo regreso a la patria seguiremos batallando sin descanso, ratificó.

El Presidente cubano también envió su más sentido homenaje al invicto Comandante en Jefe de la Revolución Bolivariana de la hermana República de Venezuela, el fallecido Comandante Hugo Chávez Frías, de quien aseguró que era un discípulo adelantado de Bolívar.

En su discurso, Raúl se refirió a la firmeza y al decoro del líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel, quien luego del asalto al Moncada se convirtió de acusado en acusador en el juicio a que fueron sometidos.

Recordó que el Granma vino después, cuyo desembarco fue apoyado por el alzamiento de Santiago de Cuba, dirigido por Frank País, asesinado luego cuando aún no había cumplido 23 años.

Rememoró además el revés de Alegría de Pío, el encuentro con Fidel en Cinco Palmas de Vicana, la decisiva victoria sobre la gran ofensiva batistiana contra el primer frente de la Sierra Maestra, que como dijo el Che, le quebró a la tiranía el espinazo y dio inicio a la contraofensiva.

Al expresar que habrá gloria eterna a los mártires de la Patria, y darle vivas a Fidel y a la Revolución socialista, Raúl concluyó su discurso con la famosa frase del Che Guevara: ¡Hasta la victoria, siempre!

Fidel: " Esta guerra no la ganó nadie más que el pueblo”


El 8 de enero de 1959, quienes acudieron a recibir la Caravana de la Libertad en La Habana, experimentaron el extraordinario júbilo popular una vez conquistada la victoria del Ejército Rebelde, contra la sanguinaria dictadura de Fulgencio Batista.

La Caravana de los barbudos entraba a La Habana con Fidel Castro al frente. Risas, saludos, gritos de ¡Viva! barbas, fusiles y melenas, brazaletes… cientos de banderas cubanas y del Movimiento 26 de Julio ondeaban con la brisa invernal de ese día de victoria.

Había lágrimas de emoción y evocación por quienes no pudieron ver el triunfo del Ejército Rebelde y allí también, el sonar de las sirenas de los barcos anclados en el puerto, replicaban las campanas de las iglesias. Todo un acontecimiento. 

El ruido las bocinas de los autos inundaban la ciudad y junto a los silbatos de las fábricas, entonces fueron disparadas 21 salvas por la Marina de Guerra. En los parques y balcones agitadas manos de hombres, mujeres, ancianos, niños, de todo un pueblo de verde olivo.

Cual símbolo de
la Paz, las palomas volaban augurando otro porvenir para la Patria y acompañaban el recibimiento de la columna guerrillera. Simbólicamente, una de ellas se posó en el hombro de Fidel cuando hablaba al pueblo: “Una de las ansias mayores de la nación, consecuencia de los horrores padecidos, por la represión y por la guerra, era el ansia de paz, de paz con libertad, de paz con justicia, y de paz con derechos”…

En otro momento de la alocución del líder de
la Revolución Cubana en la Ciudad Escolar Libertad, antes cuartel Columbia, expresó su gran confianza en las masas, y dijo: “Si a mí me preguntaran qué tropa prefiero mandar, yo diría: prefiero mandar al pueblo, porque el pueblo es invencible.

“ Y el pueblo fue quien ganó esta guerra - prosiguió el Comandante- , porque nosotros no teníamos tanques, nosotros no teníamos aviones, nosotros no teníamos cañones, nosotros no teníamos academias militares, nosotros no teníamos campos de reclutamiento y de entrenamiento (…) ” “El pueblo, el pueblo ganó la guerra. Esta guerra no la ganó nadie más que el pueblo.”


Ha pasado más de medio siglo de Revolución y estas históricas palabras han devenido en símbolo y se han hecho realidad. El pueblo de Cuba sigue demostrando al mundo su capacidad de resistir y vencer con la misma unidad, entereza y confianza en el futuro de aquel 8 de enero de 1959.

“¿Voy bien, Camilo? - Vas bien, Fidel...

El 8 de enero de 1959, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, al frente de su columna guerrillera “José Martí”, entrada por la puerta principal del campamento de Columbia, sede del Estado Mayor General del Ejército recién derrotado. Allí, el líder de la Revolución Cubana encontraba entonces una tropa amilanada, pues sus generales fugitivos de la justicia, escaparon en su mayoría hacia los Estados Unidos, donde encontraron asilo junto a sus encubridores, políticos corruptos de la tiranía batistiana.

No hubo ni un solo insulto contra el rendido ni una sola frase que lesionara la dignidad de aquellos soldados y oficiales que le escuchaban. La entereza de Fidel Castro, desde los días en que fuera juzgado por los sucesos del Moncada, le dio el prestigio para distinguir entre los uniformados que sirvieron a una causa injusta y los que vivían con sus manos manchadas de sangre.

“(...) Es momento decisivo de nuestra historia: la tiranía ha sido derrocada. La alegría es inmensa, sin embargo, queda mucho por hacer todavía. Así dijo en un momento de su discurso el Comandante. “No nos engañemos creyendo que en lo adelante todo será fácil, quizás en lo adelante, todo sea más difícil” decir la verdad es deber de todo revolucionario”, prosiguió.

“Lo primero es advertir al pueblo, porque hablándole al pueblo podemos ahorrar sangre, porque aquí, antes de tirar un tiro, hay que llamar mil veces al pueblo y hablarle para que, sin tiros, resuelva los problemas”. Dijo para resaltar el papel fundamental del pueblo en la victoria contra la dictadura de Fulgencio Batista.

“(…) la opinión pública tiene una fuerza y una influencia extraordinaria (…) En la época de la dictadura la opinión pública no es nada, pero en la época de la libertad la opinión pública lo es todo, y los fusiles se tienen que doblegar y arrodillar ante la opinión pública”. Sin dejar de mirar a su pueblo, al culminar esta frase, Fidel volvió su rostro hacia Camilo Cienfuegos y le pregunta con una sonrisa plena de confianza: “¿Voy bien, Camilo? -Vas bien, Fidel, le respondió el Héroe de Yaguajay.

Así quedaba sellada la expresión que enalteció para la Historia de Cuba la entrañable amistad entre el Héroe de Yaguajay y Fidel Castro. La pregunta “¿Voy bien, Camilo?, era en ese momento la interrogante que se le hiciera al brillante estratega guerrillero, a quien merecía la total confianza de Fidel.

Fidel Castro está agonizando ( FOTOS)


 Por Fidel Castro

Bastó un mensaje a los graduados del primer curso del Instituto de Ciencias Médicas “Victoria de Girón”, para que el gallinero de propaganda imperialista se alborotara y las agencias informativas se lanzaran voraces tras la mentira. No solo eso, sino que en sus despachos cablegráficos le añadieron al paciente las más insólitas estupideces.

El periódico ABC de España, publicó que un médico venezolano que radica no se sabe donde, reveló que Castro había sufrido una embolia masiva en la arteria cerebral derecha, “puedo decir que no vamos a volverlo a ver públicamente”. El presunto médico, que si lo es abandonaría primero a sus propios compatriotas, calificó el estado de salud de Castro como “muy cercano al estado neurovegetal”.

Aunque muchas personas en el mundo son engañadas por los órganos de información, casi todos en manos de los privilegiados y ricos, que publican estas estupideces, los pueblos creen cada vez menos en ellas. A nadie le gusta que lo engañen; hasta el más incorregible mentiroso, espera que le digan la verdad. 

Todo el mundo creyó, en abril de 1961, las noticias publicadas por las agencias cablegráficas acerca de que los invasores mercenarios de Girón o Bahía de Cochinos, como se le quiera llamar, estaban llegando a La Habana, cuando en realidad algunos de ellos trataban infructuosamente de llegar en botes a las naves de guerra yankis que los escoltaban.

Los pueblos aprenden y la resistencia crece frente a las crisis del capitalismo que se repiten cada vez con mayor frecuencia; ninguna mentira, represión o nuevas armas, podrán impedir el derrumbe de un sistema de producción crecientemente desigual e injusto.

Hace pocos días, muy próximo al 50 aniversario de la “Crisis de Octubre”, las agencias señalaron a tres culpables: Kennedy, recién llegado a la jefatura del imperio, Jruschov y Castro. Cuba nada tuvo que ver con el arma nuclear, ni con la matanza innecesaria de Hiroshima y Nagasaki perpetrada por el presidente de Estados Unidos Harry S. Truman, estableciendo la tiranía de las armas nucleares. Cuba defendía su derecho a la independencia y a la justicia social.
 
Cuando aceptamos la ayuda soviética en armas, petróleo, alimentos y otros recursos, fue para defendernos de los planes yankis de invadir nuestra Patria, sometida a una sucia y sangrienta guerra que ese país capitalista nos impuso desde los primeros meses, y costó miles de vidas y mutilados cubanos.

Cuando Jruschov nos propuso instalar proyectiles de alcance medio similares a los que Estados Unidos tenía en Turquía —más cerca todavía de la URSS que Cuba de Estados Unidos—, como una necesidad solidaria, Cuba no vaciló en acceder a tal riesgo. Nuestra conducta fue éticamente intachable. Nunca pediremos excusa a nadie por lo que hicimos. Lo cierto es que ha transcurrido medio siglo, y aun estamos aquí con la frente en alto.

Me gusta escribir y escribo; me gusta estudiar y estudio. Hay muchas tareas en el área de los conocimientos. Nunca las ciencias, por ejemplo, avanzaron a tan asombrosa velocidad.

Dejé de publicar Reflexiones porque ciertamente no es mi papel ocupar las páginas de nuestra prensa, consagrada a otras tareas que requiere el país.
¡Aves de mal agüero! No recuerdo siquiera qué es un dolor de cabeza. Como constancia de cuan mentirosos son, les obsequio las fotos que acompañan este artículo.
Fidel Castro Ruz
Octubre 21 de 2012
10 y 12 a.m.











Fidel “está muy bien”, dice Elias Jaua tras encuentro con líder de la Revolución Cubana (+Video)

El líder de la Revolución cubana, Fidel Castro, y el candidato a la gobernación del estado venezolano de Miranda, Elías Jaua, sostuvieron en el día de ayer un ameno encuentro donde intercambiaron sobre diversos temas, entre ellos la agricultura.


En unas breves declaraciones a la prensa internacional acreditada en la Isla, el ex vicepresidente de la nación bolivariana comentó sus impresiones sobre esta reunión de cinco horas con el líder cubano Fidel Castro y afirmó que éste “está muy bien” de salud.


Fidel Castro “está muy bien, muy lúcido”, dijo Jaua a la prensa en el Hotel Nacional de Cuba, hasta donde fue acompañado por Fidel Castro el sábado en la tarde tras sostener una prolongada entrevista personal.


Durante el intercambio con la prensa, el ex vicepresidente venezolano mostró además una foto del encuentro donde se aprecia a Fidel con la misma vitalidad de siempre, vestido con camisa de cuadros y un sombrero campesino, risueño y feliz junto a Jaua.


En la instantánea aparecen también el director del Hotel Nacional de Cuba, Antonio Martínez, y familiares del Comandante. “Tenemos Fidel para rato”, comentó por su parte Martínez, quien recibió al Comandante el sábado en los jardines del hotel, hasta donde llegó acompañando a Jaua y fue saludado por los trabajadores de la instalación turística.

Fidel Castro votó

Santiago Gonzalez Guerra, miembro de la Mesa Electoral del Colegio número 1 de la circuscripción número 13 del municipio Plaza de la Habana, deposita la boleta de Fidel Castro Ruz Foto: Ismael Francisco/Cubadebate.


Foto de Fidel Castro y Elías Jaua en su recorrido de este sábado por La Habana

La Habana, 21 oct (AIN) El líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz, ejerció su derecho al voto en los comicios de este domingo para elegir a los delegados a las Asambleas Municipales del Poder Popular.

Poco antes de las cuatro de la tarde y debidamente doblada y sellada, tal y como corresponde al carácter secreto de la votación, llegó la boleta de Fidel al colegio electoral número uno, de la circunscripción 13 del municipio de Plaza de la Revolución, para ser depositada en la urnas.

Como estipula la Ley Electoral para los casos de ciudadanos con algún impedimento, pero aptos para el ejercicio del sufragio, el Comandante en Jefe fue visitado en su hogar por un miembro de la mesa electoral para llevarle la boleta, que luego y ya con el voto de Fidel, devolvió al recinto y depositó en la urna.

Carmen Llópiz, presidenta de la mesa electoral, fue la encargada de romper el sello y anunciar, entre aplausos, que Fidel Alejandro Castro Ruz, inscrito en el libro de electores con el número 28 del CDR uno, ejercía así su derecho al voto, igual que sucedió en los comicios en octubre de 2007, enero de 2008 y abril de 2010.

A las siete de la mañana de este domingo abrieron sus puertas este y cada uno de los 29 mil 585 colegios electorales habilitados en el país para estos comicios, a los que han sido convocados más de ocho y medio millones de cubanos para elegir a los 14 mil 537 delegados a las 168 Asambleas Municipales del Poder Popular.

En Guantánamo, rostros de Fidel ( Fotos)





Fotos: Cortesía de Tony Pupo
Gestos, expresiones  y miradas profundas, revelan el carisma y la personalidad del líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz en El rostro de la historia, exposición que se exhibe durante un mes en uno de los salones de la Plaza de la Revolución Mariana Grajales Coello, de la ciudad de Guantánamo.

En 17 retratos en blanco y negro que recorren desde el año 2010 y hasta la actualidad, Alex Castro Soto del Valle, fotógrafo autodidacta con 15 años trabajando en el ámbito profesional, nos ofrece un conjunto de instantáneas tomadas durante el diario quehacer, de nuestro líder, que muestran al hombre, al ser humano en ambiente de sosiego y tranquilidad, 
luego de tantos años de trabajo.

Este acercamiento de Alex  a su padre, muestra la esencia de Fidel más allá del líder, del político e intelectual, donde sobresalen  el atinado uso de las luces y las sombras en armonía con las expresiones del rostro del histórico líder, todas logradas espontáneamente.

El rostro de la Historia, exposición donde también participa el pintor italiano Franco Azzinari, está dedicada al Comandante en Jefe por su 86 cumpleaños y fue presentada en la Casa del Alba Cultural, en La Habana y en Ciudad México, con muy buena acogida de público.

Para todos los guantanameros sin dudas,  visitar la expo en la Plaza de la Revolución Mariana Grajales Coello, constituye  una visita obligada, un deleite, una oportunidad única para disfrutar de  la fortaleza visual de la imagen de Fidel, quien  por su quehacer en la vida y en la historia de Cuba y el mundo se ha convertido en lo que es: Un hombre para todos los tiempos.












A 59 años del juicio del Moncada

Entre los muchos sucesos que prestigian la historia de la Revolución Cubana se encuentra el juicio a los asaltantes del Moncada y el alegato de Fidel, conocido luego como “La historia me Absolverá”. 

Cuba: Pintar a Fidel

Con Todos los Sentidos es el nombre de esta propuesta intervenida artisticamente por un grupo de importantes figuras de la plástica cubana, quienes bajo la coordinación de Ernesto Rancaño, imprimieron en cada una de las 13 fotografías su sello personal.

Creadores que se unen para homenajear, con su pincel, a ese hombre de talla universal que es Fidel Castro.

Fidel y Raúl visitan a Chávez

El líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro, y el presidente de Cuba, Raúl Castro, visitaron al jefe de Estado venezolano, Hugo Chávez, quien se recupera en La Habana de una operación quirúrgica.

Fidel presenta sus memorias: “El deber nuestro es luchar hasta el último minuto” (+ Fotos)

Fidel Castro en la presentación de "Guerrillero del tiempo", de Katiuska Blanco.

“Buenas”, saludó alegremente Fidel al auditorio, y con esa palabra mágica se abrió en una de las salitas del Palacio de las Convenciones la presentación del libro de memorias del líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz: Guerrillero del tiempo, dos volúmenes de las conversaciones sostenidas con la escritora y periodista Katiuska Blanco.

En el mismo tono risueño, Fidel alertó: “Van a hablarles de dos libros de los que ustedes ni han tenido noticia”. Son, en efecto, dos tomos que abren con los primeros recuerdos de la infancia del líder y cierran en diciembre de 1958, previo al Triunfo de la Revolución. Suman casi mil páginas en las “que yo tuve alguna participación”, bromea el Comandante, y ese tono distendido animó todo el encuentro, que se prolongó por casi seis horas y al menos una con el Comandante en pie saludando personalmente a un buen número de asistentes, entre ellos viejos compañeros de lucha del Moncada y el Granma, y los familiares de los Cinco cubanos presos en los Estados Unidos.

Fidel viste con un ligero suéter deportivo negro sobre una camisa a cuadros predominantemente azules. La expresión de su rostro refleja las emociones que le inspiran las palabras y anécdotas que van reconstruyendo los presentadores de cada tomo de esta edición, Abel Prieto, Ministro de Cultura, y Miguel Barnet, Presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba. A veces levanta las cejas y le brillan los ojos, como cuando Abel recuerda pasajes de la infancia en Birán, o se ríe sin más preámbulo, por ejemplo, al evocar Barnet las palabras del Che Guevara sobre el desembarco del Granma: “Fue un naufragio”.

En realidad la razón por la que esté aquí, y lo repetirá de diverso modo en el encuentro, responde a una única pregunta: “¿En qué más puedo ayudar?”. Y si hubiera que escoger una sola frase que dé una idea de a dónde nos llevará este libro —una joya de la edición y la impresión de la Casa Editora Abril y la Imprenta Federico Engels, con fotografías y dibujos de Ernesto Rancaño, a quien se debe la portada—, quizás ayude esta que en algún momento de las conversaciones le dice a Katiuska: “Prefiero el viejo reloj, los viejos espejuelos, las viejas botas, y en política, todo lo nuevo”.

Mientras Katiuska presenta brevemente las ediciones e intervienen los presentadores, por momentos Fidel se muestra tan emocionado como nosotros, como si de pronto, tras aquel viaje apretado por las páginas de los dos libros, viera en su conjunto, “como en una película en tercera dimensión” —diría Barnet—, su propia vida. “Es que resalta todo el valor de lo que se hizo, pero lo que más me interesa es ser útil.”

Comenta que lee cientos de despachos de agencias todos los días. Literalmente devora toda la información que le llega. Sigue con particular detalle la situación en Venezuela, que este 4 de febrero conmemorará el 20 aniversario de la Rebelión militar comandada por Hugo Chávez: “Nunca nadie hizo más por el pueblo venezolano, que el Movimiento Bolivariano”, comenta.

De muchas cosas habló Fidel con entusiasta disposición al diálogo a partir de los comentarios y preguntas del auditorio: de las admirables luchas que hoy libran los estudiantes latinoamericanos y del mundo por sus derechos; de su profunda oposición a la enseñanza pagada; de su firme creencia en que los conocimientos adquiridos y desarrollados en nuestro país pueden multiplicar las producciones, los bienes y el nivel de vida de la sociedad, incluso en la agricultura; de lo equivocados que estábamos todos al creer que en el socialismo los problemas económicos estaban resueltos; de los Nobel que raramente premian a los que creen en un sistema social más justo; de las sorprendentes novedades de la ciencia y la tecnología; del riesgoso gas esquisto y las fabulosas perspectivas de la nanotecnología; de las visitas de líderes mundiales y la impresión que le han causado; de Las Malvinas, “ese pedazo de tierra arrebatado a Argentina”, donde ahora los británicos pretenden extraer petróleo y, por supuesto, de las terribles amenazas que se ciernen sobre Siria e Irán, mientras Estados Unidos y Europa pretenden convencer a Rusia con la ridícula idea de que el escudo antimisiles es para proteger a ese país de las amenazas de Irán y Corea del Norte.

Es para él imprescindible seguir al tanto de los acontecimientos, y reconocer que “ya no hay espacio solo para los intereses nacionales, sino están enmarcados en los intereses mundiales… El deber nuestro es luchar hasta el último minuto, por nuestro país, por nuestro planeta y por la humanidad”.

Hablando de los Cinco y con los Cinco


En dos ocasiones, Fidel habló de Juan Cristóbal, de Romain Rolland, como una de sus lecturas favoritas. La primera fue al descubrir en la fila detrás de sus compañeros moncadistas, a las madres de los Cinco. Aquella novela estuvo entre sus lecturas en prisión. Fue una de las que sobrevivió a la censura del jefe de la cárcel, un “tipo odioso, imbécil, ladrón…” Tanto que le prohibió libros como el Stalin, de Trotsky y en cambio dejó pasar El Capital, de Carlos Marx.

“Aquí estamos viendo a los familiares de los Cinco. Hay que ver lo que han resistido esos hombres”, exclamó con admiración. Y aunque dijo que no había comparación entre los casi dos años en que permaneció preso con los 13 que llevan confinados Gerardo, Ramón, Fernando, Antonio e incluso René —al que no le permiten volver a Cuba— se le sintió particularmente interesado en la situación actual de ellos.

“Ahora mismo estaba leyendo lo que escribió Antonio, sobre el traslado de prisión, ¿cómo está él?”, preguntó con marcado interés aquel que como preso político también sufrió atropellos y hasta amenazas de muerte.

Mirta, la madre de Tony, le explicó que era un cambio al que tenía derecho y que él había pedido al reducirse su condena. El estuvo 13 años en la prisión de máxima de Florence, Colorado —tan dura que le llaman el “Alcatraz de las Rocosas”—, lo que obligaba a tomar tres aviones a sus familiares de visita. Ahora está en Marianna, Florida, la misma donde estuvo René hasta su salida el 7 de octubre pasado.

“Ha resultado muy favorable el cambio por el clima y porque ahora solo tengo que tomar un avión y después seguir por carretera”, explicó la madre del poeta prisionero, una admirable mujer que este año cumple 80 de edad y ya estaba resintiéndose de las agotadoras jornadas de viaje para visitar a su hijo. En cuanto a él, comentó que tiene muy buen ánimo y que le pidió transmitir a todos las gracias por el apoyo a la lucha por la causa de los Cinco, que ha entrado en una fase crucial y decisiva.

“Se mantiene, como sus compañeros, con la misma fidelidad, resistencia, buen ánimo y el deseo de que por fin llegue la victoria”, dijo Mirta.

La visión íntima de la historia

La escritora Graziella Pogolotti, presidenta de la Fundación Alejo Carpentier, inició la ronda de preguntas. Uno de los problemas del acercamiento a la Historia —así en mayúscula— es que se sigue la secuencia de los grandes acontecimientos, pero casi nunca los recovecos, aquellos detalles íntimos, la memoria, esas cosas que no solo tocan la mente, sino el corazón. Propuso al líder de la Revolución que siga escribiendo, que continúe esta saga testimonial y que cuente más de su experiencia como luchador y el intercambio con grandes personalidades del mundo.

“Tengo que aprovechar ahora, porque la memoria se gasta”. Otra vez afloró el magnífico humor de esta tarde, y prometió: “Estoy dispuesto a hacer todo lo posible por transmitir lo que recuerdo bien… He estado expresando todas las ideas que tenía y los sentimientos por los que atravesé”. Más adelante añadió: “Tomo conciencia de la importancia de relatar todo eso para transmitirlo, de modo que sea útil.”

Llamó la atención sobre la enorme revolución que se ha producido en el pensamiento, en una época signada además por avances científicos inusitados. “Internet es un instrumento revolucionario que permite recibir y transmitir ideas, en las dos direcciones, algo que debemos saber usar”, y comentó sobre el enorme potencial que tiene el país para participar en estos desarrollos. Por ejemplo, solo la Universidad de Ciencias Informáticas, entre estudiantes y docentes, posee 14 000 personas en sus aulas. “¿Estamos aprovechando esos valores y recursos para transmitir ideas?”, se preguntó.

En diálogo con Mirthia Brossard, presidenta de la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media, dijo que “debemos apoyar las ideas de la joven chilena —Camila Vallejo— en el sentido de luchar para que la educación alcance igual para todos. Que no sea solo una educación general y gratuita, sino preocuparnos por lo que se enseña”. Y añadió: “La educación es la lucha contra el instinto. Todos los instintos conducen al egoísmo, pero solo la conciencia nos puede llevar a la justicia. Esta no es solo una fórmula práctica, sino que teóricamente la única aceptable.”

El pintor Alexis Leyva Machado (Kcho) le comentó, ya casi al cierre del intercambio, que este libro expresa cómo Fidel se convirtió en un líder de talla mundial no por la fuerza, sino por su inteligencia. Cuando el artista le pidió a Fidel que expresara una recomendación para bregar con este mundo loco que nos ha tocado en suerte, el Comandante respondió: “Tú mismo lo has dicho, hace falta, más que un acto de valentía, un acto de inteligencia.”

Lamentó el líder de la Revolución que se agotara el tiempo, pero el encuentro cerró tal y como se había abierto, con risas: “¡Qué lástima, se va a acabar esto! Me he sentido muy feliz, pero yo soy un colaborador de los médicos (que lo atienden). Y conste que lo hago no como un acto de valentía, sino de inteligencia.”

Conversaciones al margen: El valor de Sara

Diana Balboa, compañera de Sara González, cuyas cenizas serán lanzadas este sábado en la mañana a las aguas de la Bahía de La Habana, subió al estrado a pedido de Fidel, quien la abrazó y elogió su consagración al cuidado de la emblemática trovadora cubana durante los intensos meses que duró su batalla contra el cáncer.

“Sé que fuiste muy valiente”, le dijo Fidel, a lo que ella respondió: “Valiente ella, Comandante. Ella se portó muy valiente y mientras tuvo lucidez, estuvo preocupada por su trabajo, por su condición de cubana y patriota y se fue tranquila, no tuvo un final trágico”.

Mirándose ambos a los ojos, Diana quiso hacerle saber al líder de la Revolución que Sara fue muy feliz cuando supo por el Dr. Cepero, director del CIMEQ y el profesor Elliot, médico de cabecera, de la permanente preocupación personal de él por ella. “Yo solo quería saber que no le faltaba nada”, fue su respuesta.

Lo demás, como todo lo esencial, no era visible. Según Diana, “la conversación estuvo más en la ternura que en las palabras. Yo sentí esa ternura y una emoción muy profunda en su mirada. Quién no sabe cuánto se querían mutuamente Fidel y Sara.”

¿Con Antonio o con René?

Ya se retiraban Fidel y los invitados cuando entró una llamada de René al celular de su esposa Olga, que le pasó el teléfono al líder de la Revolución. Inicialmente él creyó que era Antonio y después de enviarle un fortísimo abrazo, le preguntó por sus lecturas y por “cómo va la poesía”. Seguramente su interlocutor le explicó que no era el poeta porque Fidel dijo enseguida: “Ah, caramba, te había confundido. Pensamos mucho en ustedes y particularmente en ti, vas a recibir dos libros que te vas a leer en medio día”, le comentó entre otras cosas. Junto a Fidel, todos trataban de escuchar la voz del otro lado, pero solo alcanzamos a escuchar las últimas palabras de René: “Cuídese, Comandante y nos vemos allá.”

“Un fortísimo abrazo”, reiteró él. Después indagaría con Olga si alguien lo acompaña en esta obligada retención en territorio estadounidense. Ella le comentó que lo visitan sus familiares que reciben visa, pero que en su “libertad vigilada”, él tiene muchas restricciones, la peor de todas, la negativa a concederle visa a ella para que pueda acompañarlo.

“¿No te la han dado ni una sola vez?”, quiso saber. “Visa no, Comandante. Me la han negado siempre, desde que me deportaron en el año 2000. Adriana tampoco la ha recibido para visitar a Gerardo desde que está preso.”

Al despedirlas, Fidel insistió en su convencimiento de que en la lucha por el regreso de los Cinco “vamos a tener éxito.”

Conversando con René. Fidel presentó el libro de memorias "Fidel Castro Ruz: Guerrillero del tiempo", dos volúmenes de las conversaciones sostenidas con la escritora y periodista Katiuska Blanco. Foto: Roberto Chile/ Cubadebate

Fidel Castro habla con René González. Foto: Roberto Chile/ Cubadebate









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