La cárcel que el gobierno de los Estados Unidos tiene ilegalmente ocupada en la Ilegal Base Naval en
la provincia de Guantánamo, es catalogada
por la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos (CIDH ) entre los
principales desafíos en el continente americano.
Según opiniones de la CIDH, el gobierno de Barack Obama ha fallado en el compromiso de garantizar el
derecho a la libertad de los detenidos en la prisión la Base Ilegal Naval de
Guantánamo, pues desde su apertura se ha recomendado su inmediato cierre así
como la posibilidad de exigir permiso para visitar la prisión y entrevistar libremente a los detenidos.
Un total de 154 presos de los 779
que estuvieron encarcelados, permanecen
recluidos en la prisión ubicada en la base naval de Estados Unidos en Guantánamo,
después de la llegada de los 20 primeros
desde el 11 de enero de 2002, hace ya doce años. Estos reos proceden de unos 20
países, la mitad de ellos son yemeníes y
los otros de Afganistán, Argelia y Arabia Saudí.
De estos detenidos, 76 han recibido una “aprobación de
transferencia”, en su casi totalidad desde el 2010, sin embargo, aún permanecen detenidos en ausencia de países que
los acepten. Por su parte, 45 reos no
recibieron esta “aprobación de transferencia”, por la sencilla razón de que a
su juicio, son considerados demasiado
peligrosos para ser liberados, sin embargo, no pueden ser juzgados por falta de pruebas en
su contra.
La tenencia de este centro de detenciones en la base naval yanqui, una de las promesas
incumplidas de Barack Obama, quien se comprometió a cerrar
el mentado lugar al asumir la
presidencia en 2009. Si en su primer
mandado, el presidente estado unidense se jactó exhibiendo una orden que
disponía la clausura del centro de detención en un año, a la postre cedió a las
presiones de legisladores republicanos y demócratas, opuestos a la idea. Entonces…
¿de qué hablamos si no hay fuerza moral para el cierre?...
Doce años tiene ya este centro de detención y aunque ha devenido en símbolo de más de diez años de fallos de la administración de Obama
en cuanto al respeto a los derechos humanos, la pregunta que la opinión
pública mundial se hace es la misma: ¿Cuánto
tiempo hay que seguir esperando para que Obama cumpla la promesa de cerrar la
cárcel y la ilegal base militar como lo reclama Cuba y la
comunidad internacional?
Estoy segura de que a
estas interrogantes, ni el propio presidente Barack Obama encontrará una
respuesta, no porque no la tenga, sino porque no la quiere encontrar. Al parecer no
hay voluntad por parte de la administración estadounidense para resolver esta
situación, máxime cuando este centro de detención es un verdadero
infierno donde se pisotean groseramente los derechos humanos.
Ha pasado una década y la
mayoría de los inculpados que están en la mentada cárcel llevan más de 12 años
sin enfrentar cargos concretos. La prisión que tiene la ilegal base naval yanqui en Guantánamo es un establecimiento
nefasto y la situación que se vive ahí dentro no se hace esperar más. Por lo
tanto, este es el momento para que Barack Obama se percate
de que definitivamente el establecimiento carcelario tiene que cerrarse.