(Tomado del blog: La Pupila Insonne)
La Hillary Clinton’s Civil Society 2.0 initiative se ha desplegado la semana pasada en ambientes empresariales y académicos de Chile. Según la publicación Fastcompany, este sábado 20 de noviembre de 2010, se desarrolló en Santiago de Chile un Tech Camp, como un “esfuerzo” del Departamento de Estado para “ayudar a grupos de la sociedad civil de todo el mundo”, producido por el Personal Democracy Forum (PDF) desde New York.
Pero el Tech Camp no es lo único que hizo el Personal Democracy Forum en Chile la pasada semana. Inmediatamente antes, el 18 y 19 de noviembre, sesionó, patrocinado por la transnacional de las telecomunicaciones Telefónica, el primer evento de PDF Latinoamérica.
El diario chileno La Tercera, que publicó varias informaciones previas al evento, destacó la presencia en él de Hernán Larraín, jefe de campaña online del presidente chileno Sebastián Piñera y Claudio Muñoz, presidente de Telefónica, además de representantes de empresas como Twitter y Google.
El periódico también menciona a Soninha Francine, de la campaña de prensa del recién derrotado candidato de derecha en Brasil, José Serra, que fuera denunciada sistemáticamente por el presidente Lula debido al uso de la mentira y la calumnia.
Sin embargo, al revisar el programa, llama la atención la presencia de personas no mencionadas por La Tercera, relacionadas con la política norteamericana hacia Cuba: el “cubanólogo” Jorge Domínguez y Ernesto Hernández Busto, ciberextremista que ha llegado a pedir la invasión norteamericana a la Isla y quien participara recientemente en un evento similar organizado por el ex presidente George W. Bush.
Obviamente, en cuanto a Cuba, el mercenarismo no repara en tendencias políticas: lo mismo responde al llamado del dólar entregado por Bush que por Hillary.
A pesar de efectuarse el Forum en Chile y de la proclamada intención norteamericana de “ayudar a grupos de la sociedad civil de todo el mundo”, no hubo una sola palabra en el evento para los mapuches chilenos que protagonizan una larga lucha por sus derechos, ni tampoco para los mineros de ese país que luego del festín mediático de su rescate siguen denunciando las oprobiosas condiciones de explotación a que son sometidos.
Al parecer, ellos no caben en el concepto de sociedad civil que promueve el PDF. Una pista sobre qué tipo de acciones apoyan los organizadores del PDF Latinoamérica la ofrece la fotografía de una “protesta” estudiantil en Venezuela que ilustra la información de Fastcompany.
Un detalle, Telefónica ha estado vinculada a los negocios impulsados por José María Aznar con el conocido capo de Miami Jorge Más Canosa. Pero los miles de trabajadores españoles que perdieron su empleo gracias a esos oscuros manejos tampoco entran en la definición de sociedad civil de la initiative clintoniana.
De todos modos, hay que cerrar el cuadro: por si la verdadera sociedad civil logra acceder a la web 2.0, el FBI presiona por estos días a Facebook y Google para el espionaje a través de las redes sociales en Internet, seguro que con Telefónica no necesitan presiones.
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