Señor
Roberto de Jesús Quiñones:
Recientemente
tuve la posibilidad de leer su artículo titulado “Solo soy un escritor yperiodista independiente”, en el cual reconoce que es un corresponsal
asalariado del sitio digital www.cubanet.org y en dicho trabajo establece una reclamación ante la Fiscalía Provincial de la provincia de Guantánamo por
supuestas arbitrariedades de la Seguridad del Estado contra su persona.
En
los últimos tiempos, he dado seguimiento a los artículos que CubaNet le publica y créame, es una lástima
que usted derroche su talento e inteligencia en tan abominable acto. Sí, no se asombre, le hablo del hecho de servirle a
los apátridas que durante años, han provocado la muerte de nuestros conciudadanos
en actos terroristas por el odio visceral de ver a nuestro pueblo libre y
soberano, lejos de la podredumbre que dejaron los gobiernos de turnos que representaron.
Realmente
no sé si llamarlo escritor o periodista independiente, categoría que no existe en el gremio, pero lo que estoy seguro es que en
sus publicaciones cada vez más se ve su desmedida dependencia a mentir, distorsionar y
tergiversar la verdad. Todo ello, para poder recibir a cambio la paga del Impero, por eso, más que independiente, usted es una farsa dependiente que usurpa una función
pública para la cual no está preparado.
Un
verdadero periodista, no importa a qué sistema responda, se distingue por su
profesionalidad y apego irrenunciable a la verdad por muy dura que sea la
realidad, pero jamás miente ni se deja manipular como usted, a cambio de lo que erróneamente llama salario.
¿A
qué usted le llama situación muy vulnerable?, me pregunto. Sus deseos de recibir un
reconocimiento que no merece, su conducta egocéntrica y además, su autosuficiencia, lo
llevan cada vez más a cometer errores, tratando de manipular a las personas
para que le cojan lástima, habilidad bien aprendida para vivir de quienes sienten satisfacción en escuchar y leer mentiras en contra de la Revolución que lo educó, forjó y lo hizo persona, sin quitarle lo que todo cubano digno tiene
derecho. Nada, que para mí y mi pueblo usted se comporta como el hijo mal
agradecido que tiene un padre.