A continuación La Guantanamera publica
íntegramente la Alocución del General de Ejército Raúl Castro Ruz,
Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, al pueblo de Cuba y
a la opinión pública internacional.
Compatriotas:
Desde mi elección como Presidente de los
Consejos de Estado y de Ministros, he reiterado en múltiples ocasiones,
nuestra disposición a sostener con el gobierno de los Estados Unidos un
diálogo respetuoso, basado en la igualdad soberana, para tratar los más
diversos temas de forma recíproca, sin menoscabo a la independencia
nacional y la autodeterminación de nuestro pueblo.
Esta es una
posición que fue expresada al Gobierno de Estados Unidos, de forma
pública y privada, por el compañero Fidel en diferentes momentos de
nuestra larga lucha, con el planteamiento de discutir y resolver las
diferencias mediante negociaciones, sin renunciar a uno solo de nuestros
principios.
El heroico pueblo cubano ha demostrado, frente a
grandes peligros, agresiones, adversidades y sacrificios, que es y será
fiel a nuestros ideales de independencia y justicia social.
Estrechamente unidos en estos 56 años de Revolución, hemos guardado
profunda lealtad a los que cayeron defendiendo esos principios desde el
inicio de nuestras guerras de independencia en 1868.
Ahora,
llevamos adelante, pese a las dificultades, la actualización de nuestro
modelo económico para construir un socialismo próspero e sostenible.
Resultado
de un diálogo al más alto nivel, que incluyó una conversación
telefónica que sostuve ayer con el Presidente Barack Obama, se ha podido
avanzar en la solución de algunos temas de interés para ambas naciones.
Como prometió Fidel, en junio del 2001, cuando dijo: ¡Volverán!, arribaron hoy a nuestra Patria, Gerardo, Ramón y Antonio.
La
enorme alegría de sus familiares y de todo nuestro pueblo, que se
movilizó infatigablemente con ese objetivo, se extiende entre los
cientos de comités y grupos de solidaridad; los gobiernos, parlamentos,
organizaciones, instituciones y personalidades que durante estos 16 años
reclamaron e hicieron denodados esfuerzos por su liberación. A todos
ellos expresamos la más profunda gratitud y compromiso.
Esta decisión del Presidente Obama, merece el respeto y reconocimiento de nuestro pueblo.
Quiero
agradecer y reconocer el apoyo del Vaticano, y especialmente, del Papa
Francisco, al mejoramiento de las relaciones entre Cuba y Estados
Unidos. Igualmente, al Gobierno de Canadá por las facilidades creadas
para la realización del diálogo de alto nivel entre los dos países.
A su vez, decidimos excarcelar y enviar a Estados Unidos a un espía de origen cubano que estuvo al servicio de esa nación.
Por otra parte, basados en razones humanitarias, hoy también fue devuelto a su país el ciudadano norteamericano Alan Gross.
De
manera unilateral, como es nuestra práctica y en estricto apego a
nuestro ordenamiento legal, han recibido beneficios penales los reclusos
correspondientes, incluida la excarcelación de personas sobre las que
el Gobierno de los Estados Unidos había mostrado interés.
Igualmente, hemos acordado el restablecimiento de las relaciones diplomáticas.
Esto
no quiere decir que lo principal se haya resuelto. El bloqueo
económico, comercial y financiero que provoca enormes daños humanos y
económicos a nuestro país debe cesar.
Aunque las medidas del
bloqueo han sido convertidas en Ley, el Presidente de los Estados Unidos
puede modificar su aplicación en uso de sus facultades ejecutivas.
Proponemos
al Gobierno de los Estados Unidos adoptar medidas mutuas para mejorar
el clima bilateral y avanzar hacia la normalización de los vínculos
entre nuestros países, basados en los principios del Derecho
Internacional y la Carta de las Naciones Unidas.
Cuba reitera su disposición a sostener cooperación en los organismos multilaterales, como la Organización de Naciones Unidas.
Al
reconocer que tenemos profundas diferencias, fundamentalmente en
materia de soberanía nacional, democracia, derechos humanos y política
exterior, reafirmo nuestra voluntad de dialogar sobre todos esos temas.
Exhorto
al Gobierno de los Estados Unidos a remover los obstáculos que impiden o
restringen los vínculos entre nuestros pueblos, las familias y los
ciudadanos de ambos países, en particular los relativos a los viajes, el
correo postal directo y las telecomunicaciones.
Los progresos alcanzados en los intercambios sostenidos demuestran que es posible encontrar solución a muchos problemas.
Como hemos repetido, debemos aprender el arte de convivir, de forma civilizada, con nuestras diferencias.
Sobre estos importantes temas volveremos a hablar más adelante.
Muchas gracias.
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